Va a resultar que caminar, simplemente caminar por la ciudad, perderse por sus calles, en soledad, vagando, observando, divagando, con o sin rumbo, pero básicamente caminar a secas, sin que el objetivo sea ir a un centro comercial, de ahí a una franquicia y de ahí a otra y tiro porque me toca, sin convertirse en un consumidor de experiencias varias, al final caminar va a ser un acto subversivo. Si ya lo decía alguien. ¿O decía que era un acto anarquista?
Caminar al libre albedrío, esquivando los miles de anuncios que te avasallan, porque alguien ha decidido por ti vender hasta el último metro cúbico de espacio a la publicidad, sin pedirte permiso, que al fin y al cabo eres dueño de ese espacio, espacio público, mío, suyo y de todos, ya saben.
Caminar solitario, pensativo, porque debe ser lo poco que nos queda parecido a libertad. Por ahora, que en la capital quieren declarar el centro como espacio libre de derechos fundamentales igual que si lo declarasen libre de humos, lo que hay que oir.
Soledades paseadas por las noches, cuando la ciudad se transforma en otro escenario y las marquesinas intervenidas cobran vida. Marquesinas que pasan la invisible frontera de la ilegalidad cuando, en lugar de una marca que quiere venderles algo a toda costa, lo que contienen es una obra de arte. Marca legal, arte ilegal. Pues vale, absurdo, como casi todo en estos tiempos.
Estas son las fotos de unos cuantos caminares nocturnos en búsqueda de las marquesinas intervenidas por Pedro Sega, llenas de soledades:
Más en mi flickr: https://www.flickr.com/search/?q=soledades&w=72764087@N00
Más aquí: http://www.arte-en-la-calle.com/2014/02/14/sociopatias/
Y aquí: http://www.arte-en-la-calle.com/2013/01/26/the-joy-of-running/
Y aquí: http://www.escritoenlapared.com/2013/01/sega-marquesinas-con-corazon.html
!Nos vemos en las noches callejeras¡
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