A este paso, andar, andar sin rumbo concreto, sin ir a ningún lado, símplemente caminar dando vueltas para luego volver dando más vueltas debe ser de los pocos actos antisistema que nos quedan que no tienen luego consecuencias. Por aquí somos cada vez más del andar como último reducto de pura libertad y cada vez menos de ir a donde nos dicen de ir, y si vamos, vamos tarde.
Este es un resumen de una tarde de febrero, Lavapiés, Malasaña, Lavapiés, dando más vueltas por el camino que una pelota en un tornado, como no sé todos los nombres no pongo ninguno, pero seguro que les suenan casi todos:
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Nos vemos por las calles!
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