Una grata casualidad que Pablo S. Herrero dejara dos obras en Noia hace un par de meses, al ladito de Santiago de Compostela. Así que a la primera ocasión que tuve allí me planté, luchando con las inclemencias del tiempo y la práctica inutilidad del GPS en Galicia, vueltas arriba y abajo por las aldeas y lugares hasta encontrar las piezas bajo una llovizna casi permanente.
El caso es que uno estaba completamente abducido por la obra, el contexto y el sitio, ignorante de levantar suspicacias ni ser objeto de observación. Andar, desandar, ir, volver, hacer fotos a paredes, hacer fotos a puertas, recorrer el lugar metódicamente cual cartógrafo, es normal, ¿no?. Pero claro, el rural es el rural, te fichan en dos segundos, se te acercan como por casualidad a preguntarte y a veces se producen conversaciones dignas del mejor Berlanga.
Conversación berlanguiana número 1: Una viejecita que andaba por allí sin perder ojo:
– ¿Te gusta la casa?
– Ah! estaba haciendo fotos a la intervención de la puerta, ¿La ha visto? Abajo hay otra
– ¿Qué? (con cara de que un marciano le ha pisado los grelos de la Leiria)
– Que abajo hay otro mural del mismo autor
– ¿Eh? (con cara de que el marciano no solo le ha pisado los grelos sino que además está haciendo acopio de patacas galegas para el viaje)
– Esto, buenos días
– Bos días
(La casa tenía un cartel de Se Vende…)
Conversación berlanguiana número 2: Un viejecito que no te pierde ojo mientras haces fotos a unas ruinas de algo, al final le puede la curiosidad y se acerca:
– ¿Lo van a restaurar?
– ¿Eh?
– Nosotros tenemos muchas restauraciones
– ¿En el pueblo, las iglesias y eso?
– jojojo ¡Nuevos ricos! ¡Caprichos de nuevos ricos! ¡Lo que hay que ver! ¡Nuevos ricos! ¡Nuevos ricos! ¡Nuevos ricos! … ¡Nuevos ricos! (No para de decir mientras se da media vuelta y me deja con la expresión del marciano de la leira de antes).
Pero anécdotas surrealistas aparte, un auténtico placer disfrutar de las obras de Pablo S. Herrero en un contexto tan potente como el rural gallego. Pareciera que siempre hubiesen estado allí, y quizá sí estuviesen, solo hacía falta que se materializaran en algún momento concreto. No creo en el destino, pero a veces… ya saben, como las meigas, haberlas hailas.
Con Vd. las fotos de dos intervenciones de Pablo S. Herrero en Noia, Galicia, disfruten, esta vez sin mojarse con la lluvia:
Brújula
Carcasa
Contexto
Más en mi flickr: http://www.flickr.com/search/?w=72764087@N00&q=berlanguianismo
En la web de Pablo:
http://lasogaalcielo.blogspot.com.es/2013/09/carcasa.html
http://lasogaalcielo.blogspot.com.es/2013/09/brujula.html
¡Nos vemos por el rural!
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