¿Vandalismo? pues oye, no sé, cosas bastante más importantes de que preocuparse tenemos en estos tiempos convulsos, por decirlo suave, creo, ¿no?
Ahora que cada vez hay más arte urbano y graffiti comisionado, regulado y sometido a las reglas de lo políticamente correcto quizá sea buen momento para escaparse un poco a los márgenes, a los barrios que todavía no se han cartonificado y donde las paredes siguen mostrando las señales de que en ellos vive gente de la que baja a comprar el pan a diario y adolescentes de los que aprovechan las noches para pintar.
Estas son algunas fotos de las calles de Lisboa, de los recorridos escapando de la Baixa de cartón piedra y buscando refugio en las calles con vida, la que da el tiempo y la que da el ‘vandalismo’, a ver lo que aguanta mi Lisboa amada.
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Nos vemos por las ruas!
